Viernes

Hoy le cuento al mundo que...

Hoy es viernes,

se suele decir con una sonrisa en la cara

y a continuación de por fin!!

en viernes también se dice...te recojo a las 3,

también se dice...adios señora directora, hola cariño

se dice...dónde vamos? ah es una sorpresa.

Por fin es viernes se dice cuando por fin es Viernes

cada día puede ser especial.

Jueves

Hoy le cuento al mundo que...

hoy es jueves, ya casi falta poco pero todavía no,

como cuando te sirven tu plato preferido

pero te tienen que traer el tenedor

es el sonido de la voz que tanto esperas a tu espalda

antes de darte la vuelta,

es jueves disfruta de la expectativa,

la felicidad es lo que pasa justo antes de la felicidad.

cada día puede ser especial.

Miercoles

Hoy le cuento al mundo que...

Hoy es Miércoles, el día del espectador,

igual porque desde aquí se puede contemplar todo lo que llevas y todo lo que falta de semana,

se miran mails, se examinan datos, se ojean balances, después llegas a casa, miras a tus hijos, ves como han crecido, luego os quedáis solos, os miráis a los ojos y lo veis todo claro.

cada día puede ser especial.

Martes

Hoy le cuento al mundo que...

Hoy es martes, el comienzo de la semana,

porque lo de los lunes es un ensayo, los lunes no cuentan,

es hoy cuando empieza todo, ya somos personas,

ya tenemos ganas, ahora si podemos con lo que sea.

Hoy es Martes, Bienvenidos.

Cada día puede ser especial.

lunes

Hoy le cuento al mundo que...

otra vez lunes, los lunes saben mal,

los lunes hace sueño, los lunes solo sirven para ponernos de acuerdo en esto

no nos gustan los lunes,

pero lo cierto es que lo primero que escuchas

cuando consigues ese trabajo que tanto querías es...

enhorabuena empiezas el Lunes.

cada día puede ser especial...

cocooning

hoy le cuento al mundo que...

hace unos dias lei esto en una revista...me pareció un buen sistema para ahorrar...

y que inconscientemente ya lo hago con mi grupo de amigos.

Ya lo dice el refrán: como en casa, en ningún sitio. Y más ahora, con la crisis.

Por eso esta tendencia gana adeptos. Cuando parecíamos capaces de conquistar el mundo, nos metemos en casa. Y todos a la vez. Más horas de sofá, más tiempo de tele, más comidas en familia... o en microfamilia. Más puzzles, más partidas de Wii, más bizcochos caseros y ¡hasta nos ha dado por hacer punto!

nos hemos puesto en modo "cocooning".

Para disfrutar de un cocooning en toda regla hay que estar bien provisto de artículos para el ocio, la alimentación, el relax y las necesidades estéticas. Internet es un elemento de supervivencia: para hacer la compra, hacer vida en las redes sociales, jugar on line, reservar entradas y trabajar.

Cada fin de semana hay que escoger el salón de uno del grupo y allí hay que recogerse. Se Queda para comer, ver una peli, meriendar, juegar a la Play, ver un partido de fútbol, sacar unas cervezas... y está lista la cena. Luego, más cervezas y a casa.

que buena manera de pasar la crisis...si tienes donde claro...

donde hacemos el cocooning este finde?

con las ganas...

Hoy le cuento al mundo que...

no te has quedado nunca con las ganas de algo?

de decir algo importante, gracioso o alagador,

con las ganas de que llegue ese día, un dia especial...

con las ganas de verte siempre,

con las ganas de abandonar o de apostar por ello,

con las ganas de soñar...

con las ganas de vivir.

esta cancion me encanta

sobre todo hoy un dia con nieve.

esta noche...otro daiquiri blues

hoy le cuento al mundo que...

Quique González (Madrid, 1973) ha encajado sin ruido. Pisó Villacarriedo por casualidad y decidió que allí había espacio para su furgo, sus libros de Luis García Montero y de tantos otros, sus papeles llenos de garabatos... Se trajo a Samuel, el mastín, y a esa soledad familiar para los que la reciben con los brazos abiertos. Se dejó caer por las piscinas de Villacarriedo, por su asiento del fondo en el Rubicón, de la calle del Carmen, por los campos de Sport de El Sardinero (dice que es del Madrid, del Liverpool y del Racing)... Y encajó. Con Fonso, con Fernando Macaya ('Mac'), con el salitre de un Mar Cantábrico y con el riesgo y la altura de un lugar disfrazado de montañas. Se trajo los recuerdos de aquel 'aunque tú no lo sepas...', de un tal Enrique Urquijo... Llegó hace cinco años. Y se quedó para escribir canciones.